En el Panteón Jardín se celebró la misa por el 57 aniversario luctuoso de Pedro Infante, donde estuvieron, Lupita Torrentera y Lupita Infante, entre amigos y familiares del actor.
Como cada año, familiares, amigos y admiradores del actor y cantante mexicano Pedro Infante (1917-1957) se congregaron en el panteón Jardín, de esta ciudad, para recordar, con una misa y entonando sus canciones, al “ídolo de México”, en su 57 aniversario luctuoso.
Desde temprana hora los admiradores del actor llegaron al lugar para visitar su tumba, dejar flores, fotografías e instalar equipos de audio para poder cantarle, porque consideran que no hay mejor manera de mantenerlo vivo.
“Recordamos a Pedro Infante como un hombre humilde, generoso y alegre, un hombre que pertenece al pueblo, su personalidad es única”,
Como ya es tradición, también se realizó una misa en memoria del ídolo de Guamúchil, a la que asistieron por lo menos 500 personas
En el templete se encontraban la señora Lupita Torrentera, quien fue pareja sentimental de Pedro Infante y madre de tres de sus hijos, así como Lupita Infante Torrentera, Humberto Cravioto, Jorge Manuel Infante, y “El caballero del Misterio”.
Al finalizar la ceremonia religiosa, Lupita Infante compartió con la prensa que cada año queda sorprendida por el amor que la gente del pueblo le profesa a su padre, “no tengo cómo agradecer el fervor hacia Pedro Infante, las personas que han venido por años a recordarlo y que ahora traen a sus hijos y a sus nietos”.
Indicó que entre los proyectos que tiene en puerta para mantener vivo su legado, se encuentra la recreación de la imagen de su padre a través de un programa que mostrará al ídolo mexicano en una cinta con técnicas de tercera dimensión.
“Hemos estado trabajando más de dos años con una productora en Estados Unidos y se han sumado técnicos europeos para confeccionar la imagen de mi padre, con tecnología de primer nivel, que nos permitirá hacer películas o anuncios, mi tirada es presentarlo a finales de este año en un espectáculo completo, primero en Estados Unidos y luego en México”, adelantó.
Pedro Infante Cruz, “el eterno enamorado”, murió el 15 de abril de 1957 en un trágico accidente mientras piloteaba su propia avioneta de Mérida al Distrito Federal, fue día de luto nacional y desde entonces sus restos descansan en el panteón Jardín de esta capital, donde año con año se reúnen cientos de seguidores.